EL REINO DE PLATA
INDICE:
CAPITULO 1: Miele.
CAPITULO 2: El Sueño.
CAPITULO 3: La Foto.
CAPITULO 4: El Símbolo.
CAPITULO 5: El Viaje.
CAPITULO 6: En El Reino.
CAPITULO 7: La Fuente.
CAPITULO 8: El Palacio.
CAPITULO 9: La Misión.
CAPITULO 10: En El Bosque.
CAPITULO 11: Los Cuervos.
CAPITULO 12: El Lago.
CAPITULO 13: El Plan.
CAPITULO 14: La Fiesta.
CAPITULO 15: Regreso a Casa.
CAPITULO 1:
Miele.
Hola mi nombre
es Miele y tengo 13 años. Muchos os
preguntareis que porque me llamo Miele, es por la sencilla razón de que mi pelo
es rubio de un color muy parecido a la miel y de ahí viene mi nombre, todo
comenzó el primer día de instituto, me levante temprano y fui a recoger a mi
mejor amiga Elena, somos amigas desde los 4 años, nos fuimos juntas a el
instituto, al principio nos daba mucha vergüenza entrar pero al final nos
armamos de valor y entramos.
Dentro todo el
mundo era muy grande y nos daba miedo pero con el tiempo nos fuimos
acostumbrando, como iba diciendo fuimos a la sala de actos para que nos dijeran
a que clase iríamos, nos toco la B 15.Pasamos bien el día y luego nos fuimos a
nuestras casas.
A mí me encanta
la noche y sobre todo dormir porque sueño unas cosas superultramegachulas, lo
malo es que a la noche siguiente ya no me acuerdo de nada y luego sueño algo
nuevo y así sucesivamente, pero esa noche tuve el sueño más raro que hasta
ahora había tenido. Soñé que la biblioteca era mágica y que pronunciando unas
palabras mágicas podías viajar a un reino llamado El Reino De Plata ya que todo
allí estaba hecho de plata, bueno y que yo viajaba allí y tenía que cumplir una
misión muy importante porque la fuente
mágica del Reino no tenía agua.
CAPITULO 2:
El sueño.
Aquel sueño fue
sin duda uno de los que no pude olvidar al largo del día. Al día siguiente fui
a recoger a Elena pero su madre me dijo que se había puesto enferma de modo que
me marche yo sola al instituto. Llego la hora del recreo y como no me apetecía salir
al patio decidí ir a la biblioteca, la biblioteca estaba vacía ya que nadie la
visitaba, se rumoreaba que como la gente no iba
al a biblioteca desde hacía años, la bibliotecaria tuvo que ser despedida ya que no era justo pagarle
el dinero si no hacía nada. Como os contaba entre en la biblioteca, las
persianas estaban bajadas y allí no había nadie, subí las persianas y abrí la
ventana , cuando lo hice, cogí y me puse a mirar las estanterías y me detuve en
una que ponía en el letrero (Pergaminos mágicos), abrí el cristal que tapaba los
libros y me puse a ojearlos rápidamente eran unos libros muy viejos y
polvorosos ya que nadie los había leído desde hace muchísimo tiempo, me detuve
en uno de ellos; era un libro color plata , quite el broche que lo sujetaba y
empecé a ojearlo poco a poco. El libro hablaba de un reino con una fuente
mágica en la que si se acababa el agua todos sus habitantes estarían en
peligro. De repente entre las páginas del libro se cayó al suelo una fotografía
en blanco y negro en la que había una fuente plateada ¡Era la fuente de mi
sueño!
CAPITULO 3:
La foto.
Me sorprendí
muchísimo cuando vi esa foto y más aun cuando supe que era la de mi sueño. De
pronto sonó la alarma de que ya había finalizado el patio, guarde el libro y me
guarde la fotografía en mi mochila. Todo seguido me fui a clase. Estuve todo el
resto del día meditando sobre lo ocurrido. Hasta que me canse y me fui a
dormir, esa noche seguí soñando con aquel sueño tan raro y volví a ver aquella
fuente pero no era como la de la foto, la fuente de mi sueño ya no tenía agua.
A la mañana siguiente me desperté con ganas de que llegara la hora del recreo y
así poder ir a la biblioteca a ordenar mis ideas. Como Elena aun seguía enferma
podía ir a la biblioteca y buscar información en los libros y también
utilizaría el móvil por si tenía wifi para buscar cosas sobre la misteriosa
fuente plateada. Pero en internet no aparecía nada sobre aquella fuente tan
misteriosa así que volví a coger el libro plateado. Como era viernes decidí
coger el libro prestado para poder ojearlo el fin de semana si tenía tiempo.
Antes de llegar a casa decidí ir a visitar a Elena ya que se que le haría mucha
ilusión. Me dijo q ya estaba casi recuperada y que el lunes ya podría volver a
ir a el instituto. Me despedí de ella y me marche a casa.
CAPITULO 4:
El símbolo.
La tarde
transcurrió con normalidad. Sin embargo la noche no, esa noche soñé que me
pedían ayuda desde aquella fuente pero: ¿Por qué le pedían ayuda a una niña de
apenas 14 años? Esa era mi pregunta y también: ¿porque estaba yo teniendo esos
sueños tan raros? Y: ¿qué significaba aquella fuente? Tenía muchas preguntas
porque ya todo era muy confuso y no
entendía nada, pero los dos últimos días esas preguntas ya no eran el mayor de
mis dudas, ahora tenía otras preguntas: ¿existía de verdad ese reino tan
misterioso? ¿Podría yo viajar allí? Pero por más que intentaba averiguar alguna
respuesta no encontraba ninguna que fuese lógica. Sin apenas darme cuenta
transcurrió el fin de semana y llego el lunes. Me desperté tarde y me vestí a
toda prisa para ir corriendo a recoger a Elena. Por suerte llegamos justo a
tiempo al insti. Me contuve por no
contarle a Elena lo de mis sueños y aquella fuente, aunque fue muy difícil al
final lo logre. Luego sin que Elena se diera cuenta fingí ir al baño en mitad
de la clase de sociales y fui a devolver el libro a la biblioteca. Como iba
corriendo para no tardar mucho me tropecé y caí al suelo. Con dificultad por la
poca luz que entraba por la pequeña ventana de la biblioteca vi un extraño
símbolo en el suelo, era como una “R” entrelazada con una “P”.
CAPITULO 5:
El viaje.
Ese símbolo era
muy raro lo contemple durante un rato hasta que caí en que la imagen que
encontré, me acorde de que en aquella imagen estaba la fuente y q en un lado de
aquella fuente estaba ese símbolo. Corrí a clase y efectivamente en la fotografía
estaba aquel símbolo. Cuando fui a guardar la imagen me di cuenta de una cosa
que antes no había visto. En la parte de detrás de la fotografía había como una
especie de poema mágico o algo así, que decía:
“Fuente reluciente
de plata hecha estás;
Tú agua helada
das y cada vez reluces mas;
A tu reino
quiero ir 1, 2, 3 cuando abra los ojos;
allí estaré”
Cuando acabaron
todas las clases me fui corriendo a casa y, una vez allí leí otra vez aquella
poesía mágica. Hablaba de la fuente de plata y de un reino. Aquella noche soñé
que si en la biblioteca me ponía encima de aquel extraño símbolo y pronunciaba
aquel poema, viajaría al mágico reino del que hablaba la poesía. Al día
siguiente espere con mucha ilusión que llegara la hora del recreo para poder
intentar lo que en mi sueño vi. Despiste a Elena en el baño y fui a la
biblioteca, me puse encima de el símbolo y pronuncie aquella extraña poesía.
Conforme la iba pronunciando me di cuenta de que todo a mi alrededor se detenía
hasta que de repente escuche un ruido.
CAPITULO 6:
En el reino.
De pronto
comencé a escuchar el ruido de pájaros cantando y abrí los ojos. Vi un montón
de aves y muchos pájaros cantando. Empecé a andar por el bosque un poco
extrañada por aquel lugar y de repente me empezó a parecer que alguien o algo
me seguía así que disimuladamente estuve espiando todos los lugares que se
movían. No sabía que ser o criatura era exactamente la que me perseguía, pero
quería averiguarlo. De pronto salió de un matorral un búho real precioso por
sus plumas y por su delicadeza al volar supe que era adulto. El búho se poso en
una rama de un árbol y me dijo:
-¿Quién eres?
Yo no sabía muy
bien si era el búho real el que me había dicho aquello, pero a pesar del pánico que tenía logre decir:
-Me llamo Miele
tengo 13 años y soy nueva por aquí.
Entonces el búho
dijo:
-¿Enserio te
llamas Miele?
Yo un poco
extrañada por estar hablando con un animal en este caso con un búho le dije q
si y el no sé porque se puso muy contento y comenzó a volar a mi alrededor. Y
cuando el búho se volvió a posar en la rama le pregunte que si el tenia nombre
y él me contesto que sí, me dijo que se llamaba Bruno Del Norte de la dinastía
de los búhos reales de el norte futuro rey de los búhos reales y por el momento
príncipe. Yo me quede flipando durante unos segundos porque no sabía que los
búhos también tuvieran dinastías, reyes, príncipes y todo eso. El me dijo que
le siguiera y que no había tiempo que perder. No le dije nada y lo seguí por la
espesura del bosque.
CAPITULO 7:
La fuente.
No sé con
exactitud el tiempo que estuve caminando pero puede que más de media hora hasta
que, por fin Bruno se poso en una rama y dijo:
-Estas en el
reino de plata un lugar increíble y mágico y, esta es la fuente de plata, la
única fuente de todo el reino y por lo tanto la más importante.
Esa era la
fuente de mi sueño y también la de la fotografía y en efectivo tenía el extraño
símbolo que, ahora que lo pienso la “R” seria de reino y la “P” seria de plata.
El búho continuaba explicándome:
-Hay una leyenda
que todos los habitantes conocen que cuenta que hace mucho tiempo el mago que
reinaba sobre todo el reino enfermo y él
le tenía mucho cariño a aquella fuente que el mismo creo así que, como el sabia
que de un momento a otro moriría decidió morir al lado de la fuente así que
Estrellado, que era así como se llamaba el mago, murió abrazado a su fuente y
cuenta la leyenda que su cuerpo se fusiono con el de la fuente con un rayo que cayó
aquel día y, desde entonces utilizamos esa agua solo para bendecir a un nuevo
ser. El padre va a por el agua mientras que la madre se queda con la nueva
criatura para poder bendecirla. Pero hace una semana Conejón el rey de los
conejos vino a recoger un poco de agua para bendecir a un nuevo ser pero cuando
llego vio perplejo que no había agua, y todo el mundo sabe que eso significa
que algún ser malvado quiere destruir el reino de plata.
CAPITULO 8:
El palacio.
Cuando Bruno
acabo su relato le pregunte que para que me contaba esa leyenda a mí, y él me
contesto:
-Porque tú eres
Miele la poderosa guerrera que lograra salvar el reino de plata.
-¿Qué? Pero…
¿!como!? ¿Cuándo? ¿Por qué? Yo soy Miele una niña sin experiencia alguna en la
lucha ¿Cómo demonios pretendes que salve el reino?
Bruno
simplemente me dijo que él era la mascota de su alteza real Miranda y que lo que
lo que me había contado lo sabía porque Miranda lo había mandado a buscarme, y
que si tenía alguna duda tenía que preguntárselo a ella. Yo le dije que tenía
un montón de cosas que preguntarle y entonces Bruno me dijo que él me guiaría
hasta ella. Caminamos un largo rato hasta que por fin llegamos a una especie de
palacio plateado, el me dijo que llamara a la puerta y yo obedecí. Nos abrió
una especie de duende que apenas mediría un metro y medio y se presento soy en
gnomo de la guardia real y estoy a su servicio madame, Luego saludo a Bruno y él
le dijo quien era yo, le dijo que yo era Miele entonces él se puso muy contento
y se fue a avisar a la cocinera para que preparara un té y unas galletitas de
jengibre todo seguido fue arriba y les dijo a las amas de casa que resultaban
ser hadas que prepararan la habitación de invitados. Todo eso lo hizo en menos
de 2 minutos.
CAPITULO 9:
La misión.
Me extraño
muchísimo la velocidad con la que aquel ser de menos de metro y medio de altura
fue tan rápido, creo que Bruno se
percato de que me había extrañado la velocidad de ese gnomo y me dijo:
-Se llama Rapidín
rapidísimo.
Y me guiño un
ojo, después me dijo que le siguiera. Me llevo hasta una sala en la que había
una gran silla que parecía ser un trono real. Luego me dijo que esperara ahí a
que el volviese, una vez más le obedecí, y comencé a dar pasos por la sala
ojeando cada rincón y cada cuadro que había en aquella sala tan enorme. Al poco
rato regreso Bruno pero no venia solo detrás del, apareció una joven mujer que
apenas tendría 30 años. Me miro de arriba abajo y me sonrió, se acerco a mí y
me dijo:
-Bienvenida al
Reino De Plata Miele.
Su voz tan suave
como el algodón y sus gestos tan delicados me invitaron a seguirla hasta una
sala más pequeña. Allí me dijo:
-Como ya te
habrá explicado Bruno, corremos un grave peligro del que solo tú puedes
salvarnos y traer la paz al reino. En primer lugar tendrás que viajar con Bruno
a lo más profundo del bosque. Después tendréis que ir al Lago Dorado de donde
viene el agua de la fuente de plata. Hasta aquí es fácil pero luego la cosa se
complica. Tendréis que derrotar a las sirenas. Son unas especies de humanas con
cola de pez que con su canto os pueden hipnotizar que es lo que ha hecho con el
cuerpo de la fuente y Estrellado.
CAPITULO 10:
En el bosque.
Me pareció una
misión un poco complicada pero a pesar de ello estaba dispuesta a aceptarla mas
no quería defraudar a aquel reino. Entonces le dije a Miranda:
-Pero majestad
si no me equivoco Estrellado ya no se encuentra entre nosotros.
-Así es Miele
pero creemos que al fusionarse con la fuente no murió del todo, es solo lo que
creemos no sabemos con seguridad si es verdad o no.
-Y cuando
encuentre a las sirenas ¿Cómo podre derrotarlas?
Ella me contesto
que tendría que arrebatarle de el cuello una especie de colgante con una
concha, también me dijo que las sirenas son tres y que no era necesario que le quitara el colgante a las tres ,
porque solo uno , el de la reina es el que ara efecto. Si le quitas el colgante
a una sirena que no sea la reina te convertirás en una sirena y ningún antídoto
puede hacer nada contra ese hechizo.
-Y ¿Cómo puedo
saber cuál de las 3 es la reina?-le pregunte
Querida
Miele me temo que eso no se puede saber
con exactitud, pero si crees en ti misma cuando llegue el momento lo conseguirás.
Cuando termino de explicarme la misión y resolver mis dudas acepte la misión. Más
tarde Bruno y yo nos marchamos hacia el bosque. Una vez llegamos a el interior del
bosque Bruno me dijo que había que tener mucho cuidado porque en el bosque
viven unos cuervos que son enemigos nuestros, que ayudan a las sirenas
transmitiéndoles información de lo que sucede, por eso tenemos que ir con mucho
cuidado. Permanecimos un buen rato callados. En aquel bosque había un montón de
especies de hojas. Íbamos tranquilamente hasta que de pronto un extraño ruido
encima de la copa de un árbol enorme hizo que miráramos arriba.
CAPITULO 11: Los cuervos.
-¡PORRAS!- exclamo Bruno
CAPITULO 11: Los cuervos.
-¡PORRAS!- exclamo Bruno
-Están aquí, nos
han visto. ¡Corremos un grave peligro!
-¿Quiénes nos han
visto?- pregunte yo
-Los cuervos de los
que te hablaba, ¡corre! ¡Escondámonos en este arbusto! Puede que con un poco de
suerte no te hayan visto a ti.
Hice caso omiso a
lo que Bruno me dijo y ambos nos escondimos en el arbusto. Desde nuestro
escondite pudimos ver como un cuervo regordete salía de la copa del árbol y,
comenzaba a mirar a todas partes buscando algo. Después salió otro cuervo pero delgado
que le dijo:
-¿Dónde están?
Y el cuervo
regordete le dijo:
-No lo sé, hace un
momento estaban aquí pero ahora….
-Sí, pero se te han
escapado ¿verdad? ¿ Y qué crees que dirán ahora Merlia ,Marlen y Mirni
eh!? ¡Responde! –le grito el cuervo
delgado.
-No lo sé-dijo el
cuervo regordete
-¡Rabi eres un
desastre!-dijo el cuervo delgado
-Puede que sea un
desastre pero tú te quedaste dormido así que tu Paúl, tienes la misma culpa que
yo.
Entonces los dos
cuervos Rabi y Paul se fueron por el bosque y al cabo de unos minutos
desaparecieron. Bruno y yo esperamos un poco más en nuestro escondite hasta que
el me afirmo que no había nadie por allí cerca.
-Nos han visto, y
probablemente hayan ido a avisar a esas sirenas, tenemos que tener más cuidado
–dijo Bruno
Luego ambos
seguimos adentrándonos en el oscuro y frio bosque.
CAPITULO 12:
El lago.
Caminamos durante
un largo rato hasta que finalmente comenzamos a escuchar el ruido del agua
entonces, Bruno dijo que ya estábamos cerca del lago. Aunque Bruno dijera eso
todavía tuvimos que estar caminando un buen rato. Más tarde Bruno se subió a un
árbol para comprobar si el lago estaba en esa dirección, bajo y me dijo que
íbamos por buen camino y que tardaríamos poco en llegar. Cuando llegamos vimos
a las tres sirenas que como dijeron Rabi y Paul se llamaban Merlia, Marlen y
Mirni .Pero entonces me di cuenta de que eran todas iguales y que solo cambiaba
el color de su pelo y de su cola. Nos escondimos detrás de un árbol y de un
arbusto y empezamos a espiarlas. Al poco rato vinieron esos dos cuervos y les
contaron lo sucedido.
-¡Encontrarlos!-gritaron
las tres sirenas.
Después los cuervos
se marcharon hacia el bosque refunfuñando. Luego las sirenas empezaron a hablar
en otro lenguaje que ni Bruno ni yo entendíamos. Entonces Bruno me susurro al
oído:
-¿Qué hacemos
ahora?
Yo le dije que por
el momento esperaríamos y, que mientras yo pensaría en un plan. Yo no sabía que
podía hacer para quitarles el collar y encima ni siquiera sabía quién era la reina
y no me quería convertir en una de ellas para siempre. ¿Qué podía hacer?
CAPITULO 13:
El plan.
Seguí pensando pero
no se me ocurría nada que yo pudiera hacer. Entonces me fije en que los tres
collares eran de perlas y me acorde de que los pendientes que llevaba eran
también de perlas y se me ocurrió hacerles una trampa. Me quite los pendientes,
se los di a Bruno y le explique el plan. A él le pareció buena idea y entonces
comenzamos con ello. Bruno voló y diviso una piedra a unos metros de ellas, con
muchísimo sigilo dejo los pendientes en la roca después, yo lancé piedras a el
agua justo donde estaba la roca para llamar su atención. Nada mas girarse vio
los pendientes y la sirena de color verde cola y pelo marrón se aproximo a
ellos entonces, sin pensármelo dos veces corrí a quitarle el collar. No estaba
segura de ella seria la reina pero tenía que arriesgarme porque aquel reino
dependía de mi. Escuche las voces de las otras dos sirenas que gritaban:
-¡Cuidado Merlia!
Pero cuando Merlia
se giro se lo quite. Una luz amarilla ilumino su cuerpo y el de las otras
sirenas y estas se convirtieron en pececitos que cayeron en el lago. Me gire mire
a Bruno y le dije:
-¡misión cumplida!
CAPITULO 14:
La fiesta.
Recogí mis
pendientes y me los puse después, Bruno y yo regresamos donde se encontraba la
fuente y, vimos que de ella ya salía
agua nos pusimos superultrahipermegacontentos y fuimos a palacio a contárselo
todo a Miranda. Cuando llegamos el extraño gnomo nos abrió la puerta y nosotros
entramos corriendo (bueno yo corriendo y Bruno volando) Al entrar en otra sala
vimos a Miranda que estaba supe feliz luego se me acerco y me dijo que
muchísimas gracias por salvar su reino y que siempre me estará agradecida. También
felicito a Bruno y nos dijo que había organizado una fiesta en nuestro honor.
Esa tarde, fue una tarde de fiestas y
celebraciones. Pero a mí lo que ahora me preocupaba era como podría volver a
casa. Me acerque a Miranda y se lo pregunte ella me dijo que como llegue me
podría marchar. Me dijo que volviera al lugar donde llegue al reino. Y volví
con Bruno a ese lugar. Cuando llegue, me di cuenta de que en el suelo estaba la
“R” entrelazada con la “P” como en la biblioteca del instituto. Me despedí de
Bruno, me dirigí al símbolo y volví a pronunciar aquel poema.
CAPITULO 15:
Regreso a casa.
Cuando abrí los
ojos estaba allí en la biblioteca, había vuelto a casa. De repente Elena entro
en la biblioteca y, me vio allí. Elena me pregunto:
-¿Qué demonios estás
haciendo aquí?
Yo le dije que
estaba buscando un libro
-¿un libro? ¿Cuál?-
me pregunto Elena
Si un libro es uno
que se encontró un profesor y lo dejo aquí pero en realidad el libro es mío .Yo
abrí el cristal y cogí el libro en el que leí lo del reino. Me lo guarde en la
mochila y nos fuimos al patio. Luego regrese a casa y coloque el libro en mi
estantería. Después cogí la foto de la fuente y la pegue en la pared con un trocito
de celo. Después pensé en el reino de plata, en Bruno, en Miranda….y en todos
los amigos que había conocido. También pensé que aquel reino era un lugar
maravilloso. Entonces para no olvidarme de aquella super- aventura que solo yo
había vivido, comencé a escribirla, y así lo hice.
Creado por: Stella.
Buen libro,le animo a seguir escribiendo.
ResponderEliminarHaala!!....me encantó ver este blog y leer el cuento de Miele, espero que pronto nos compartas nuevas aventuras de esta niña :-)
ResponderEliminarMeeee encanto es fabuloso sigue asi Stellin
ResponderEliminarQue chulooo el libro !!!! Sigue asi Teli!!!
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